viernes, 6 de mayo de 2011

Mi reino por un feo ...


Hay algo en ciertos varones que los torna definitivamente atractivos y nunca tiene nada que ver con cuánto ( o cuán poco ) se parecen al galancete de turno.

Sé dé qué te hablo. Me refiero a la fealdad como una de las bellas artes, a lo espantoso como una variante de lo sexy.

En una ocasión, en una solita, me enamoré de un señor hermoso. El resto de las veces fueron tipos más bien tirando a feos ( por no decir feísimos ) los que me hicieron perder la chaveta y también la chancleta.

Es que para mi lo sexy y " lo bonito " son paralelas insalvables.

Un bonito sirve, suponte, para impresionar a una Tía, para pasearlo en un auto, para hacerse la boba y colgarse de su brazo y asistir a un casamiento. Pero a la hora de la verdad, más te vale dejar al Ken de turno de regalo sobre el pastel de bodas antes de emprender el regreso a casa. Porque a la hora de los besos y de las ganas de comerse al otro con papitas y todo el bonito estorba. El feo, en cambio, suele venir dotado de un surtido de dones que compensa con creces su falta de " primorosidad " exterior. Es candidato seguro a hacerte reír, a ser irónico, a saber cocinar. A conocer de caricias y de libros. Y también a tamizar el mundo a través de los ojos oscuros ( no he conocido fieros de ojos claros, debo admitir ) y presentártelo convertido en otra cosa. Algo más doloroso, pero también más real y más cómico.Como aquella mítica luz negra que era furor en los boliches en la época de los 80, y te ponía los ojos y la sonrisa a resplandecer en plena noche y en distintos acordes de verde y plata, bajo los ojos de un feo de ley, todo se vuelve distinto. Algo inquietante y atractivo que, como el feo mismo, es capaz de despertar en vos eso que se llama morbo y es algo asi como el híbrido perfecto entre el deseo, el asco y la curiosidad.

Mis feos, debo confesar, tenían para mejor, almas de poetas, y el que no tocaba la guitarra que era un encanto, era capaz de cantar con una voz tan telúrica y tan sexy que por estar con él hubiera sido capaz de radicarme a la orilla de una laguna y el medio del saperío. No se vos, pero a mi la excesiva perfección me deja helada y quieta como un aguaviva en plena bajamar.

Porque...que pena...que dolor real...qué anécdota realmente divertida pudo haber vivido un rubiecito de esos que parecen salidos de un comercial de ropa de surf ?

Los abollados en cambio, siempre tienen más ingenio, más talento y más recursos .Son capaces de suplir con bellas artes esa renguera original de una nariz escandalosa- mente grande, o de hacer que, en una batalla cuerpo a mente, su cerebro logre de que te olvides del envase que lo contiene, y hasta lo veas lindo y todo.

Supieron en un mundo perfecto, adaptarse y sobrevivir sin renunciar a sus rulos de alambre, a sus bocas enormes, a sus narices de tres o cuatro ambientes.

Desde aquí, feos del mundo, mi enamorado CHAPEAU ! ♥


de Quena Strauss



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